Atrapado en el ritmo del último jalón de su campaña por la candidatura presidencial del PAN, Alberto Cárdenas Jiménez habla mas allá de la contienda y se adentra en la problemática fundamental de un México que espera gobernar.
Alberto Cárdenas bajó del taxi aéreo que lo trajo a Ciudad Juárez desde Ojinaga, atrapado en el ritmo del último jalón de su campaña por la candidatura presidencial del PAN. Deprisa abordó la camioneta que lo condujo a cumplir su itinerario de tres horas: una entrevista en un diario local, una rueda de prensa y el acto proselitista en la sede del partido.
Llegó por tercera ocasión con los números en contra, sin análisis serios que le ubiquen con posibilidades reales de triunfo, pero manejó en todo momento las condiciones favorables que, dice, tendrán las votaciones de este domingo, cuando calcula que unos 120 mil panistas, 80 mil de ellos en Jalisco -el estado que gobernó-, lo preferirán por encima de Santiago Creel y Felipe Calderón.
En ello se basó el discurso a periodistas y militantes. Salvo señalamientos sobre “la cargada” a favor de Calderón, algo que él mismo calificó como un acto “menor”, la visita fue predecible. En el ínter, sin embargo, se dio tiempo para hablar de los problemas fundamentales que vive el país. De ellos, el empleo y la seguridad, dijo tenerlos dominados en el campo de sus tesis de solución y se declaró un político sin sobresaltos siempre que los ha visto en su condición de gobernante, secretario de Estado y ahora precandidato.
“No he tenido sorpresas. Todos sabemos que los dos problemas fundamentales de México, son el empleo y la inseguridad en algunas zonas, no en todo el país. Esos son los dos picos que históricamente, desde hace unos 30 años quizás, tenemos y siguen pendientes”.
Cárdenas habla mientras la camioneta en que es transportado atraviesa fraccionamientos de obreros que ganan menos de tres salarios mínimos.
“El tema más intenso es el de la creación de empleos”, dice. “Qué es lo que tiene qué suceder: si llega una empresa pública, una empresa privada, una empresa extranjera, un capital mixto, eso no le importa a la gente, lo que quiere es que haya más trabajo, más fuentes de empleo, más derrama económica local.
“El tema número dos es la inseguridad. La inseguridad que implica Estado de Derecho, falta de respeto a las leyes, el No respeto a la propiedad, es decir, todo lo que engloba el tema de la inseguridad”.
-En el caso concreto de la frontera falta desarrollo no sólo en materia urbana, sino en estructuras educativas y desde aquí se desprenden los fenómenos criminales que distinguen a ciudades como Tijuana, Juárez, Mexicali, Nogales o Nuevo Laredo. ¿Qué tanto comprende esta fenomenología fronteriza?.
“Yendo un poco al tema de la educación, pienso que es un asunto que ya está más enfocado hacia la calidad que hacia la cantidad o al financiamiento. Creo que aquí en el país ya hemos dado pasos muy importantes en cuanto a ir acercándonos al parámetro internacional ideal, y por lo tanto creo que ése ya no sería el gran problema.
“Cierto que todos quisiéramos que los maestros ganaran más, cierto es que quisiéramos que los inspectores y los directivos tuvieran mejores percepciones. Yo creo que esa es una tendencia que se para poco a poco conforme controlemos la inflación y crezca el poder de compra. Pero creo que la calidad educativa es lo que nos está llevando ahorita a poner más atención en todos los aspectos.
“Pero la educación debe englobar una serie de participaciones sociales permanentes, dinámicas democráticas en donde las asociaciones de padres de familia en cada escuela deben ser los instrumentos que hagan que esto se supere, que el inspector haga el mejor trabajo y también el maestro. Creo que el tema de la educación va por esa línea.
“Para mi punto de vista, los estudios realizados por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa deben ser públicos, deben publicarse en cada escuela, y la calificación que tienen, de acuerdo a esos parámetros, si están reprobadas, deben ser un punto que inmediatamente los padres de familia asuman su papel, exigir e incluso quitar directivos, quitar inspectores. Pero esos parámetros tenemos que moverlos a la alza, y por lo tanto implica tener una relación más fuerte entre sector social, sector público, privado y la parte educativa”.
-Se puede hablar de eso en una realidad en la que la familia tradicional ha dejado de prevalecer como núcleo social. Ciudad Juárez tiene, por ejemplo, una cantidad considerable de madres solteras, en la que la ausencia del padre es absoluta. Entonces, ¿cómo conciliar estas teorías con la verdad que envuelve a muchas ciudades?.
“Aún así, aunque sean madres solteras, no deben de dejarse, no debe ser una excusa de que se suelte, tanto, hasta el punto de no querer participar. Todo mundo está lleno de mil ocupaciones: si no es por la pobreza, es por la actividad misma de un matrimonio, de una madre sola. Yo creo que, si en verdad queremos a los hijos, independientemente de que sean matrimonios normales, o como quiera que se les llame, no debemos dejar suelto el tema de la educación”.
-Así se hable de educación o seguridad pública, la cultura social en México riñe con los llamamientos del Estado. Esa es sin duda una de las grandes paredes insalvables para políticos y gobernantes. ¿Qué debe hacerse, desde su perspectiva, para revertir esa actitud ciudadana?.
“Los males de la democracia se curan con más democracia. Yo creo que es tarea de los partidos políticos, de los que hemos tenido cargos públicos, hacer conciencia, incentivar, motivar y hacer que la participación ciudadana sea eficaz.
“A quién le va interesar participar cuando ve que la autoridad es sorda, no escucha, no entiende, no atiende. No se puede. Para eso la autoridad debe ejercer un liderazgo muy importante para que se fomente esta participación. Si va un político a una colonia y promete una obra o un presidente municipal y hace que participe la gente y no se hace la obra, pues obviamente la gente queda abandonada para no volver a participar.
“De ahí la importancia de que si la ciudadanía ya tuvo éxito en una gestión, la acostumbras a que, con una dinámica más práctica, un ejercicio más fácil, pues se esté moviendo hacia la participación del bien común. No podemos aflojar esto, no podemos dejar esto de haber quién hace la tarea”.
-La migración sigue siendo un punto neurálgico en el reflejo de las carencias en varias regiones del país. Usted mismo gobernó un estado cuya migración es bastante elevada. Dígame si considera que la migración afecta al país y en qué medida lo hace, y si puede frenarse este fenómeno, en caso de que realmente quiera detenerse el flujo de mexicanos hacia Estados Unidos.
“Dos enfoques aquí: uno primero, que como Estado Mexicano debemos hacer todo el mejor esfuerzo para evitar que la gente se vaya, que la fuerza de obra, que la fuerza laboral más importante que tiene el país se siga yendo es algo que, si se van es porque aquí faltan oportunidades. La gente no quiere irse tan fácilmente hacia otro país. Voy por eso.
“En segundo lugar, debemos comenzar a ver y debatir desde otra perspectiva el tema de la migración. Si esto ya llegó para quedarse, si va a ser más intenso los siguientes años, si la globalización misma no está haciendo que los flujos de mano de obra se den temporal, parcial o totalmente, todo eso deberíamos verlo con otra mirada.
“Tenemos el ejemplo de qué pasa cuando las Filipinas están llegando en paquetes de decenas de miles cada año a los Estados Unidos para cubrir una demanda de enfermeros que cuiden a los ancianos, y reciben sueldos que seguramente son mucho más aceptables que los que reciben nuestros migrantes.
“Hay que verlo con esa óptica. Es sano que pensemos que nuestras mujeres se vayan a trabajar allá temporalmente tres, seis o nueve meses. Es sensato pensar que ese mercado podamos agarrarlo nosotros. Me parece que lo correcto es ver aquí cómo están los mercados para en dado caso ver lo que conviene o no nos conviene. Pero primero debemos pensar en hacer posible aquí el sueño mexicano”.
-Dicho de esa manera suena muy simple. Dígame qué tan factible es hacerlo
“A mi me tocó como gobernador generar empleos como nunca antes en Jalisco. El primer año fue de crisis, 94-95, pero los siguientes cinco años de mi gobierno fueron más de 70 mil empleos anuales. Eso de alguna manera debió detener el flujo migratorio hacia los Estados Unidos. Pero también yo me di cuenta de que se van familiares, los abuelos, los tíos, entonces se abre una oportunidad de trabajo y le llaman al hijo o al amigo y van jalando y se van haciendo esas redes, hasta que un solo negocio lo está manejando un solo hombre de alguna ranchería o pueblo de Jalisco, por ejemplo, y comienza a llevarse a toda su gente. Entonces, esto nos va a tener que llevar algún día no muy lejano, a ver de otra forma este fenómeno”.
-La búsqueda del voto fuera del territorio nacional será un ingrediente extraordinario en este proceso que se avecina. De hecho antes ha sido un fantasma permanente. En el caso concreto de Zacatecas, se ha dejado sentir la influencia de quienes viven en Estados Unidos.
“Primero se me hizo un acto de justicia, un acto positivo en donde se le permita votar también al migrante dado que tiene intereses acá, tiene a su familia, tiene propiedades, manda dinero, se mantienen economías regionales por ellos mismos, y por lo tanto tienen derecho a opinar y a votar quién debe ser el próximo presidente de la República.
“Ahora, luego ya entraremos en los pormenores: qué sigue y qué no se vale. Si esto nos va a llevar a que abiertamente tengamos aquí cinco, siete, 10 diputados federales migrantes y también en los Congresos locales, en aquellos estados en dónde hay más migrantes, y ¿esto nos va a llevar a qué, a legislar cómo?, ¿en base a todos los migrantes de aquí o de allá?.
“Las campañas, los topes de campana: si vamos a ser campaña allá o no, que si vale o no se vale. Esto se abrió más fuertemente con la visita que quiso hacer López Obrador a Estados Unidos. Entonces recordemos que si queremos hacer campaña el día de mañana pues también no sé si nos parezca que al rato nos vengan a hacer campana acá los americanos.
“Entonces, creo que esto debe reglamentarse lo antes posible lo mínimo, pero debe reglamentarse ya”.
-Ahora que hablaba de globalidad, el crimen organizado está plenamente insertado en los esquemas globales de la economía y comienzan a interactuar las organizaciones. Me parece que la discusión del fenómeno está muy centrado en casos estrictamente policíacos: ejecuciones, operativos, aprehensiones. Pero poco se habla de la burocracia criminal. ¿Qué percepción tiene sobre las operaciones financieras del crimen organizado?.
“Cuando yo hago planteamientos de seguridad lo hago siempre en tres bandas: la inseguridad internacional, la relación México-Estados Unidos en narcotráfico y la inseguridad nacional. Y en esta primera vía me queda claro que la inseguridad ha evolucionado, la delincuencia ha evolucionado. Hoy precisamente hablábamos de los tres, cuatro y medio millones de automóviles robados que se trafican a nivel global.
Hablamos también aquí de millones de documentos ilegales que se están, también, manoseando anualmente en todos los países del mundo. Hablamos también del lavado de dinero, que se da sin ton ni son en paraísos fiscales, como si nada. Hablamos también de narcotráfico, del terrorismo, del tráfico de armas y todo esto que sin duda alguna evoluciona con empresas virtuales, con empresas que son expertas en plantarse en ciudades sin que nadie se de cuenta.
Entonces, ante esta evolución, yo veo claramente que las instituciones internacionales creadas para combatir la inseguridad, llámese INTERPOL, llámese Consejo de Seguridad de la ONU o de lo que sea, están rebasados. La inseguridad a nivel internacional lejos de disminuir se siente que va a la alza y que esto para mi punto de vista requiere de una vertebración más engranda, más perfecta para contrarrestar al crimen organizado a nivel mundial y creo que esta es una medida que México debe impulsar más vehementemente, con mayor fuerza porque no puede ser posible que seamos rehenes de la delincuencia internacional, entre ellas el narcotráfico”.