La estrategia es “no hacer carreteras salpicadas por todo el país”.
 
Pedro Cerisola y Weber, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), aseguró que lo más importante de su trabajo ha estado orientado no hacia la actividad por sí misma sino hacia el resultado, a la gente y no a las telecomunicaciones, lo que significa que en la toma de decisiones es considerado primordialmente el beneficio social.
 
Mencionó ejemplos reales que involucran la búsqueda de proyectos diseñados para dar un sello al Gobierno del cambio y dejar herencia social, entre ellos e-México, apoyado en las tecnologías de la información, sí, pero al servicio de la sociedad.

Mencionó también la estrategia de “no hacer carreteras salpicadas por todo el país” para luego hacer promoción política, pues la intención real es trabajar bajo un programa carretero bien estructurado.

Y sobre este Programa de Infraestructura Carretera abundó que se le considera la columna vertebral del país y se planea que a fines de sexenio los llamados ejes carreteros queden terminados cumpliendo con altas especificaciones de competitividad, para que esto se convierta en un valor agregado.

La famosa curva

Cerisola y Weber reconoció que a principios del sexenio del presidente Fox se enfrentaron algunos obstáculos durante la llamada curva de aprendizaje, y describió que la herencia más grave que recibió la administración panista es la tramitología interna, que “a veces ata de manos para no dejar actuar con rapidez y, consecuentemente, con la eficiencia requerida”.

Otra situación -dijo- se relaciona con los Poderes de la Unión. Si bien uno de los grandes logros es que la división de poderes ya es real y la sociedad ha pedido un Congreso plural, también es cierto que muchas veces en la elección de las personas los fines no se han logrado.

Autocrítica

“En el inicio de mi administración al frente de la SCT, en el ánimo de acelerar el proceso, me dejé llevar por la inercia y di por válidos los análisis del gobierno anterior, como el del aeropuerto capitalino; no hice un replanteamiento.

“En este momento estoy convencido de que la solución por la que optamos posteriormente, de tener la capacidad repartida en un sistema metropolitano aeroportuario, es la adecuada”, planteó a la revista La Nación.

Por lo anterior, aseguró el funcionario, la experiencia es -en su caso- que no debió tomar por válido lo que recibía del gobierno priísta, sino realizar una revisión más profunda de los orígenes y del problema a resolver.

Emanado de Acción Nacional, a Pedro Cerisola le significa mucho el aplicar algo distinto como funcionario público, “para mí es la culminación de una serie de luchas personales, no tan valientes como las de otros panistas, pero sí de una participación muy intensa.

“En este sentido, si entendemos por política la grilla, entonces no soy político, pero si entendemos por política la búsqueda del bien común y la generación de valor agregado, eso es hacer política de la que sí me interesa”, diferenció el titular de la SCT.

Educar para la democracia

“Las transiciones democráticas no se dan de la noche a la mañana, llevan tiempo. Algún principio filosófico dice que para que las cosas cambien necesitan el mismo tiempo que llevaron para consolidarse; sin embargo, espero que la transformación no nos lleve 70 años, porque la celeridad con la que queramos los cambios dependerá del compromiso que todos los mexicanos mantengamos”.

Así lo concibe Pedro Cerisola y Weber, quien consideró que el proceso democrático por el que atraviesa México se encamina a una fase de madurez.

De la misma forma en que el país se ha ubicado como la novena economía del mundo, comparó, deberá trabajar por alcanzar la misma posición dentro de la clasificación de óptima calidad de vida para todos los mexicanos.

Estimó que para poner en práctica y consolidar la democracia, no debe perderse de vista un elemento de socialización y aprendizaje de vital importancia: la educación.

“Estoy de acuerdo en que el fondo de un asunto puede ser discutible, pero las que no pueden confundirse y menos perderse son las formas, pues siempre seguirán siendo las mismas. Esto significa que no deben de perderse ciertos principios de respeto entre las partes, y lo más importante es que igual que el Ejecutivo, los otros Poderes de la Unión deben voltear su vista hacia lo que al final del día nos da el origen: la sociedad mexicana”, finalizó el titular de la SCT.

Con información de Armando Reyes

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