Contrario a lo que se cree, la mayoría de los migrantes llegados a la ciudad provienen de otros lugares de Chihuahua, aunque Durango, Zacatecas y Coahuila se mantienen como las principales zonas expulsoras fuera del estado.

A pocos meses de efectuarse el conteo intermedio de población, Ciudad Juárez se reafirma como uno de los ejemplos más claros del crecimiento dominado por la migración: de sus casi millón y medio de habitantes, un poco más de las dos terceras partes provienen de otros municipios de Chihuahua o de otros estados del país.

El factor principal por el que miles de personas han decidido radicar aquí es la enorme oferta laboral, pero también la hospitalidad que se tiene con quienes llegan en busca de empleo, dice Héctor Sandoval, director de la asociación Veracruz sin Fronteras.

Sandoval estima que en esta ciudad, viven en promedio unos cien mil veracruzanos, y dice que aunque hace cuatro años se empezaron a cerrar fuentes de empleo, ahora se vive un repunte y que los sus paisanos siguen llegando.

Pero la cantidad de veracruzanos de la que habla Sandoval puede ser en verdad inexacta.

Rodolfo Rubio Salas, un investigador de El Colegio de la Frontera Norte (Colef) cree que en realidad la población de migrantes de ese estado apenas alcanza los 50 mil individuos.

Con la migración exclusiva del estado de Veracruz, sucede algo diferente al resto de los movimientos migratorios históricos en esta ciudad, dice el investigador. “Se reclutó a los veracruzanos en su propio estado, se mandaron camiones para su traslado, una dinámica que nunca se había presentado, y con esto se desencadenó la migración en la segunda mitad de los 90”.

De ellos aproximadamente el 35 por ciento se ocupa en el sector maquilador y el resto en servicios. La mayoría se ocupa en la construcción, precisa Rubio.

Para finales del 2001, las fuentes de empleo en esta frontera se empezaron a perder con el cierre de varias maquiladoras, pero ahora se presenta un repunte que invita a pensar que el flujo migratorio aumentara este año.

Esto lo sabremos con precisión, dice Rubio, a partir de este año con el censo de población y vivienda realizado en mayo por el INEGI.

Para el investigador es difícil tener una estadística exacta del número de migrantes que han llegado a la ciudad, pues muchos de ellos viven en esta ciudad mientras logran llegar a los Estados Unidos.

MITO MIGRATORIO

Contrario a lo que se cree, la mayoría de los migrantes llegados a la ciudad provienen de otros lugares de Chihuahua, aunque Durango, Zacatecas y Coahuila se mantienen como las principales zonas expulsoras fuera del estado.

“El segundo lugar de expulsión de migrantes en esta ciudad, proviene del mismo estado, principalmente de las ciudades de Chihuahua, Delicias y Camargo. Sólo en la última década, Veracruz se presentó con un primer lugar de expulsión de migrantes” dice el investigador del Colef, quien además coordina la Encuesta sobre Migración  en la Frontera Norte de México.

La encuesta se realiza en colaboración con el Consejo Nacional de Población, la Secretaria de Trabajo y de Relaciones Exteriores, y mide la migración hacia esta ciudad, así como a los Estados Unidos. En suma, lleva un conteo de los migrantes repatriados.

Datos manejados en el pasado por la Presidencia Municipal calculan que anualmente arriban a la ciudad entre 40 mil y 50 mil personas, lo que mantiene a Juárez con una tasa de crecimiento bruto de aproximadamente el 5.4 por ciento, muy por encima del promedio estatal, estimado en 2.9 por ciento.

Lo que sí es verdad, sostiene el investigador del Colef, es que los migrantes que llegan a la ciudad provienen en su mayoría del mismo estado, lo cual nunca se menciona por considerarse políticamente inconveniente.

Con esto se rompe un gran mito, que bien pudo haberse creado por falta de información o bien por negarse a aceptar que también en nuestro estado existe la necesidad de emigrar en busca de fuentes de empleo, dice.

Hace poco que de Durango, Coahuila y Zacatecas dejaron de llegar migrantes, al menos en el grado que lo hicieron durante más de medio siglo. Las causas de ese decrecimiento pudieran ser que las áreas rurales, de donde provenían principalmente los trabajadores, comienzan a desaparecer.

Desde 1920, justo la década en que Ciudad Juárez triplica su población, la ruta de migración quedó totalmente definida. Un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) y el Consejo Nacional de Población estableció en 1987 que el detonante del fenómeno fue la construcción del Ferrocarril Central (hoy Ferrocarriles Nacionales).

Esa ruta incluía una gran zona del norte de Zacatecas, sobre todo la parte mejor comunicada y próxima al trazo del ferrocarril, y prácticamente todo el estado de Durango, el norte de Coahuila y sur de Chihuahua. También sumó al entorno regional inmediato de Juárez, compuesto por los municipios de Casas Grandes, Janos y Ascensión.

Lo que ocurría en esas regiones, que dependían de una base natural primaria muy fuerte, es que cayeron en ciclos de crisis cada vez más recurrentes. Eso condicionó la llegada de gente a Juárez, sobre todo en los primeros tres años de la década de los 40, cuando arranca el Programa Braceros, pues la ciudad era un centro de contratación y vía de acceso a los campos de Nuevo México Texas, Arizona y California.

Eso provocó nuevos fenómenos de redes familiares que se tienen desde la ciudad hasta lugares en el interior de los Estados Unidos. Una muestra levantada por la empresa Mund, en 1999, estableció que los estados con mayor cantidad de familia lo conforman Texas, California, Colorado y Arizona.

El programa para reclutar trabajadores agrícolas concluyó en 1964, pero un par de años después, en 1966, se instaló aquí la primera empresa maquiladora. Eso abrió una era en que la tasa de empleo creció de un 6 al 20 por ciento anual, que por fuerza demandó mano de obra de una vasta zona, compuesta por la región norte-centro del país y el mismo sur del estado.

La forma en que se comporta la migración en los últimos cuarenta años no deja de ser reveladora. La misma muestra estableció que un 25 por ciento de los migrantes que tiene Ciudad Juárez llegaron hace 21 años o más, un 13 por ciento tiene de 11 a 20 años de residencia, un 14 por ciento menos de cinco y un 7 por ciento de seis a 10 años de vivir en el municipio. El 41 por ciento restante dijo no saber o no contestó.

De acuerdo con datos del Inegi, Juárez creció de 798 mil a 1 millón 11 mil habitantes en sólo cinco años, de 1990 a 1995. Eso equivale a una tasa de crecimiento anual del 5.34 por ciento pero si se aplica el factor de mortalidad y natalidad, el promedio de crecimiento natural es del 1.99 por ciento y un crecimiento social del 3.36 por ciento, una cifra que los demógrafos no dudan en calificar de extraordinaria, pues, basados en esa estimación, a la ciudad llegaron más de 41 mil personas en 1999.

Una investigación hecha por encargo de la Federación Mexicana de Asociaciones de Planificación Familiar estima que, bajo esa lógica demográfica, Juárez tenía, para el año 2000 alrededor de un millón 245 mil habitantes.

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